Sicólogo, Marcos Contreras, quien trabaja con pacientes en tratamiento de cáncer en dicho centro asistencial, señala que “este tipo de iniciativas que giran a nivel mundial, entregan un espacio distinto al común de un hospital, donde se privilegia el compartir experiencias y vivencias enriquecedoras para las pacientes. Se genera un espacio de protección y capacidad de mirarse sin prejuicios, descubriendo las potencialidades de cada uno”.

Qué efectos ha visto en las pacientes?

Las pacientes se ven afectadas en diferentes ámbitos ya que los tratamientos son invasivos para el organismo y generan efectos secundarios desagradables. Existen procesos que llevan a adaptarse a pérdidas importantes en varios aspectos, como son los referidos a los cambios en su imagen corporal y a los sentimientos y actitudes que ello necesariamente conlleva. Estas alteraciones debidas al cáncer influyen de forma negativa en la imagen que uno tiene de su cuerpo y de sí mismo, entonces estas actividades cumplen con la función de mejorar la autoestima que muchas veces se ve disminuida por lo antes descrito.

La disposición de las pacientes es vital a la hora de enfrentar el tratamiento?

Una actitud favorable en el proceso de todo su tratamiento es fundamental, debido a que la paciente se encontrarían más receptiva y aprovecharían las oportunidades que se presentan, como por ejemplo participar activamente de los distintos talleres que buscan mejorar la calidad de vida de las personas.

Qué importancia tiene que este taller se haga en conjunto con varias pacientes?

Es reconocido que los talleres grupales son un gran aporte en todo sentido, las vivencias de cada persona son valiosas ya que en muchas oportunidades se reconocen a sí mismas y comparten historias en común, validando sus emociones. Esto ayuda a mejorar los procesos de adaptación y por consiguiente mejorar su calidad de vida.

Qué podría decir específicamente del taller que se lleva a cabo en el hospital San Borja? Ha sido un gran aporte a nuestras pacientes, como mencioné anteriormente. Tienen la posibilidad de realizar una actividad distinta a la acostumbrada en el hospital (exámenes de sangre, control médico, hospitalizaciones, etc).  Las pacientes valoran estas actividades y se muestran muy participativas, actitud que contagia a las demás.