CÁMARA COSMÉTICA RETOMA TALLERES PRESENCIALES PARA MUJERES CON CÁNCER

Mujeres de distintas edades y condiciones, pero afectadas por algún tipo de cáncer, son parte de las pacientes beneficiadas con el programa gratuito de la Cámara de la Industria Cosmética “Luzca Bien, Siéntase Mejor”, que desde el año 2009 se implementa en Chile, a través de varios centros asistenciales.
Se trata de una licencia de la PCPC Foundation que ha ayudado a innumerables mujeres a sobrellevar su tratamiento, a través de talleres de maquillaje y autocuidado, que elevan su autoestima. Es tal el efecto de una buena apariencia, que se ha demostrado que esta incide directamente en cómo enfrentar la enfermedad.

En este mes del cáncer, la Cámara de la Industria Cosmética volvió a retomar sus talleres presenciales en la FALP (Fundación Arturo López Pérez), Hospital Padre Hurtado y Centro del Cáncer UC Christus, adoptando todas las medidas sanitarias correspondientes y manteniendo aforos reducidos.

Algunos de ellos contaron con la presencia de la presidenta ejecutiva de la Cámara Cosmética, Lucia Martínez, quien destacó el aporte que hacen las empresas socias con sus productos -que se regalan a las pacientes-, y que “permiten que las mujeres con cáncer se reencuentren con su “nuevo yo”, ese que surge luego de la quimioterapia”.

“El verse bien es un concepto personal, parte de nuestra identidad es vernos como queremos y sentirnos nosotros mismas. Hoy Eugenia se reencontró con sus cejas, y Pamela, con sus pestañas. Pero lo más importante es que Eugenia y Pamela se reencontraron consigo mismas”, agregó.

En tanto Elizabeth Laurent, cosmetóloga de la Cámara Cosmética, y quien imparte los talleres, señaló que “el retomarlos en forma presencial ha sido un desafío porque se trabaja con pacientes oncológicas que ya tienen una fragilidad en cuanto a salud y mayores cuidados. Todos los centros han sido un enorme apoyo en cuanto a logística y distanciamiento social para resguardo de las pacientes, lo que ha hecho que fluyan en forma espontánea y libre de riesgos, en términos de salud”.

“En lo personal es tremendamente gratificante volver a tener contacto con la sensibilidad y emocionalidad de una mujer que ha tenido un proceso clínico, pero que ahora vuelve para recibir palabras de compromiso con la mujer, de apoyo y fraternidad, y que se desconecta de la rutina para reconectarse y hacerse feliz desde los sentidos: el mirarse, tocar, oler”, agregó.

Por último, contó que “una señora, de 70 años, nunca se había maquillado y gracias a esta enfermedad reconoció que nunca es tarde para reconectarse con ella misma”.